Así estaba yo, observando el menu de sushi del McDonalds, pensando que en la zona comercial ya estaba seguro, cuando desgraciadamente pisé un insecto. Claro vosotros pensareis que esta va a ser una historia asquerosa con la tripas esparcidas y todo eso, pero es que no habeis estado por aquí. Si alguien iba a tener sus tripas esparcidas en ese encuentro sería yo.
Seguro que conocéis como son las chicharras en España, y que hacen mucho ruido en verano, bueno pues las de aquí tienen altavoces, o eso pensaba yo. Cuando pisé ese mastodonte en vez de morir como haría un insecto europeo, salió volando con sus 6 cm de tamaño y montado un escándalo terrible, que afortunadamente ahogó un poco mi grito de pánico, eso sí, no lo suficiente para que hubiese un cachondeo general.
Y es que esta claro que no empiezo con buen pie. Y lo peor es que al dia siguiente iba a ir a la
montaña de fuego, tierra de las moscas dragón (dragonflies off course).
Pero esa historia tendrá que esperar hasta otro día.
Oyasu minazai.
jueves, 18 de enero de 2007
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